Dependencia de fármacos

A propósito del siguiente vídeo de la Doctora Marian Rojas, aprovecho para decir lo siguiente:

No puede ser que cada vez que alguien tiene una situación que considera que no es capaz de gestionar con sus herramientas, lo envíen al psiquiatra y no puede ser que el psiquiatra recete pastillas para todo. Pastillas que generan zombis, dependientes para toda la vida. Personas que cuando las personas que los comienzan a tomar llevan unos meses con el tratamiento, ven alterada su personalidad, pierden capacidad de decisión y reflejos, retienen líquidos aumentando su volumen y peso y pronto les incrementan la dosis y lo peor es que no se dan cuenta de que les han convertido en adictos al fármaco y clientes de por vida de una farmacia, aumentando así los ingresos regulares de la misma.

Es importante ejercer el derecho a informarse y la responsabilidad de leer los prospectos de los medicamentos antes de comenzar a medicarse y analizar los efectos secundarios.

Cada individuo es quien debe decidir sobre su cuerpo.

Infórmese para tomar decisiones conscientes.

Doctora Marian Rojas Estapé

Los medicamentos, a veces son necesarios, más es bueno contemplar otros recursos que pueden resolver. Tales como salir a caminar, correr, nadar o algún otro deporte que le agrade, darse una nueva ducha, pues el agua tiene efecto relajante, beber leche, que también es relajante porque contiene triptófano (el triptófano es un aminoácido que favorece la producción de serotonina, el transmisor del buen humor), beber bastante agua, relativizar las situaciones, evitar el aislamiento social, aprender a aceptar que hay cosas que no podemos cambiar, aprender a soltar, dejarse fluir, en vez de aferrarse a algo, aprender y crecer con las situaciones, realizar actividades que mantengan ocupada la mente, hacer un cambio de imagen para mejorar la autoestima; en definitiva, quererse, autoamarse, cuidar la salud, celebrar la vida, y pedir un abrazo y ayuda a tiempo, si hiciera falta.

¡Ojo a como te calificas o permites que te califiquen! No es lo mismo una persona enferma que estar pasando un proceso de enfermedad o crisis.

¡Despierten, por favor!

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