Andan diciendo por ahí que todo va cambiar, que el sol nos va calentar de más, que el agua nos arrollará, que el viento como se levante hará de las suyas, que las tormentas, , y sí, el universo usará sus recursos como se haga necesario, más poco dicen de las flores que crecen cada día en los campos, de las sonrisas cuando dos miradas se cruzan, de los gestos amables cuando alguien pasa. Poco dicen de la necesidad de más perdón, del poco tiempo que se dedica a la autoreflexión, de cómo cuidamos las amistades, ¿y la familia?, ¿la cuidamos? ¿Se valora lo suficiente, se agradece por las personas para las cuales contamos? O tal vez se reclama de más en lugar de pensar, ¿qué puedo hacer yo para mejorar esto o aquello?
Dicen unos y otros van atrás, sin comprobar la veracidad, van dando pávulo a aseveraciones carentes de responsabilidad, agitando las voluntades con veneno maledicente de una rabia insana que perjudica a todos.
Amigos, el mundo se cambia con amor. Mil formas tiene, con pétalos de todos los colores, para que adornemos cada instante con su magia transformadora. Esparciendo sugerencias luminosas, mostrando benevolencia con el que viene detrás, dejando ejemplo de buenas acciones, enfocando en la luz como modo de comportamiento diario, a través de pequeñas acciones verán que su mundo personal y su entorno se van contagiando de las perlas silenciosas del remedio gratuito que el universo nos provee.
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